Todavía recuerdo la primera vez que alguien me dijo ""Isa, estás completamente americanizada."" ¿Americanizada? Anda ya, ni de broma. ¿Yo? ¿Negando mis raíces asturianas y rindiéndome a tradiciones del nuevo continente? Para nada. Fue mi amiga Águeda, que pensó que por haberle dejado un mensaje-video en el Facebook en vez de escribirle en su muro, me estaba pasando de la raya. Eso, en España, no se hace. ""¿Isa, te has vuelto loca o qué? Un video, ¿a cuento de que? Escribes como todo el mundo, deja de hacerte la guay."" Aparentemente esto del vídeo era demasiado avanzado tecnológicamente hablando para ella. En aquel momento ni me planteé que Águeda tuviera razón, simplemente ignoré la observación de mi querida amiga y seguí con mi vida. Pero, desde entonces, ese comentario me ha perseguido y no he conseguido quitármelo de encima. Es más, cada vez me lo dicen más y más. El otro día mi amiga Kelsey me dijo, ""Isa, eres completamente americana."" ¿Qué me está pasando? Dada tal incertidumbre, decidí repasar mis hábitos diarios aquí en Madison. No puede ser para tanto... ¿verdad?
Vamos a ver, en lo que viene siendo un día normal, me levanto y me ducho. Bien, por ahora todo en línea. Luego bajo a la calle, me tomo mi café en mi termo super-mega-guay y... uy, eso de los termos en España... ¿como que no, no? Bueno, oye, que en mi barrio se comentaba el verano pasado que igual ponían un Starbucks, ¡y decían que hasta tendría eso del drive-in! Que sí, que sí, eso de tomarse el café mientras vas a clase no es nada americano. Es más, yo una vez llegaba tarde a la parada del autobús y mi madre me metió el Cola-Cao en un termo y nadie se rió de mi...Bueno, vale, mi amiga Ingrid me lo cogió y al intentar descubrir su función me lo tiró todo por encima... pero no fue para tanto...
Bueno en clase, nada, lo normal...un mensajito de Facebook por aquí, riego las plantas del Farmville por allá, ¿habrá cambiado de foto de perfil el tío bueno de mi clase de producción? Bueno mientras mi profe termina éste tostón de clase voy a comprar un par de cosas por Internet... ¡Ay va! ¡pero si ya es mediodía! ¿Habrá que comer algo no? ¡Pero si es tardísimo!...Casi se me pasa la hora del almuerzo y ¡a ver quién aguanta hasta las seis sin cenar! ¿Qué pasa? Perdona pero las doce del mediodía es una hora normalísima de comer ¿eh? Es más, yo recuerdo en el colegio, cuando teníamos eso de tres o cuatro años, comíamos a la una de la tarde la mar de contentos...Vamos, comer a las doce, es lo que viene siendo una hora universal de tomarse el sándwich. Sí,... ¿qué pasa? Pues un sándwich para comer, normalísimo. Ah ¿qué pasa que ahora hay que comer primer plato, segundo plato y postre? ¿Y café luego también no? No mira yo me como mi sándwich de crema de cacahuete y mermelada y tan fresca... ¿Cómo? ¿Que qué guarrada es esa? Pero bueno, ¡que osadía! ¡si esto es un manjar! Anda, anda...
Después de clase normalmente me voy a un cafetería a leer o a perder el tiempo con el ordenador. Sí, voy sola a la cafetería... Sí, me siento sola... Pues no, no soy ninguna pringada. Sentarse sola en una cafetería leyendo está socialmente aceptado desde hace años, en cualquier parte del mundo. No, no me siento en una mesa para dos personas para que parezca que estoy esperando a alguien... ¡eh, no cojas esa silla, que ahora viene mi amigo!
Y nada por fin llegó el fin de semana. Tengo que prepararme bien porque a las 8 empieza el tailgating cerca del estadio y me voy a tomar un par de bloody marys, luego un par de beer bongs para entonar y venga, al partido. NO, no soy ninguna alcohólica. Beber a las 8 de la mañana es completamente normal. Sí, mamá, si estás leyendo, todo el mundo lo hace. Pues claro que voy a seguir bebiendo después del partido, ¿para que crees que empecé tan pronto? Conseguir estar pedo durante un día de partido entero no lo hace cualquiera, hay que estar metido en el juego desde el primer momento, no todo el mundo vale para esto ¿vale?... hay que ser completamente, consumadamente, plenamente e íntegramente...americano.
